domingo, 19 de diciembre de 2010

¡Hasta siempre, Leiah!

Una gran amiga mía perdió a su perrita hace apenas tres días. Tras once años de felicidad, les dijo adiós y se fue, rodeada de tanto amor que su energía debió de iluminar todo el cielo canino. Mi amiga y su marido la lloran y la echan de menos, y desde aquí quiero darles mi más sentido pésame por su pérdida. No ha de ser fácil despedirse de un ser que sólo sabe dar amor incondicional, que te adora hagas lo que hagas y que disfruta de tu compañía independientemente de si eres rica o pobre, si hablas mucho o poco, si trabajas o estás en el paro, si estás triste o contenta.

La lloran y la llorarán mucho tiempo, pero le he rogado que no se estanque, que siga adelante. Que, sin "sustituirla", pueden dar el mismo amor a un perrito de los muchos abandonados que buscan una familia que les quiera. Y ellos son ideales, y ahora más que nunca necesitan sentirse felices de ayudar a un perrito necesitado. Porque, pese a su dolor por Leiah, cuando tengan delante otros ojitos que les miren suplicando cariño, no sabrán negarse y cerrar los ojos a la oportunidad que les brinda la vida de hacer feliz a otro ser. Al que sí, al que también llegará su hora mucho antes que la de ellos, pero la vida feliz que le habrán dado compensará con creces la tristeza de verlo partir.

Así que adelante. Siempre adelante. Recordando el pasado con cariño, pero viviendo el presente. Así ha de ser.

Hasta siempre, Leiah.

1 comentario:

  1. Cuando hay tanto amor se lleva más fácil, saber que has estado con ellos hasta el final, su patita en tu mano, su vida en tu corazón. Es durisimo dejarlos ir, dejar que el hilo se rompa. Pero pasado un poco de tiempo... que recuerdos, que calidez pensar en algo tan amado, tan vivido. Leiah no se irá mientras la recordeis. Sólo el olvido es la muerte, la muerte es el olvido.

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