jueves, 6 de noviembre de 2014

Puesta al día

Hace un montón que no escribo, así que os pondré al día rápidamente. Hemos estado de doble mudanza. Nos fuimos a Francia durante unos cuantos meses y, cómo no, nuestros tres peques se vinieron con nosotros. Como requisito para pasar a Francia debían estar vacunados contra la rabia, por lo cual todos hubieron de hacer una visita al veterinario antes de partir. A Kali, que estaba recién esterilizada, no quise ponérsela tan pronto y traté por todos los medios de que le saliera una adopción de última hora. Gracias a una buena amiga (¡gracias, Mariluz!) lo pude conseguir y ahora Kali es muy feliz con su nueva familia.

A los otros tres monstruítos les tocó un viaje de ocho horas de coche, que se convirtieron en diez debido a las paradas necesarias para ver si querían beber o comer o ir al arenero. Fue Emilio el que tuvo que lidiar con ellos durante todo el viaje, durante el cual no dejaron de maullar. Mi pobre chico llegó bastante desesperado.

Una vez en Francia, a los peques les compré, para aliviarles el estrés, este tremendo rascador, que me salió por 120€ en Zooplus. Un poco caro, pero no me arrepiento: lo usan un montón y les encanta. Blanca se camufla en él, es del mismo color y a veces hasta cuesta distinguirla. :-)




Tras esos meses en Francia, otra mudanza, esta vez a Madrid. El viaje fue algo más corto y los gatitos lo llevaron mejor, fueron bastante tranquilos. Sólo maullaron un poco al principio, pero luego durmieron durante todo el viaje. ¿Será que ya se están acostumbrando? Más les vale, porque segurísimo que vendrán más mudanzas y más viajes.

En Madrid están muy contentos con el piso. No tiene el montón de escaleras que tenía la casa de Francia y por las que subían y bajaban pegando tremendas carreras, pero tienen un balconcito cerrado chulísimo y dos sofás que prácticamente sólo usan ellos. Por supuesto, lo cubrimos todo con fundas, que el piso es alquilado y no es plan de estropearlo.

Y bueno, desde Kali no hemos tenido más acogidos. Sí que tuvimos a una gatita que vino a casa durante las vacaciones de sus papis, que se vinieron a España dejándola a ella en nuestra casa de Francia. Era una preciosidad llamada Juspas que hizo correr a los nuestros como balas por toda la casa. 




En esta última foto, Juspas estaba cumpliendo seis meses. En ausencia de sus papis, lo celebramos con un poco de latita. La voy a echar de menos. Ahora que ya no estamos en Francia, no creo que volvamos a ser su casita de vacaciones. Una pena, es un amor de gatita y de las pocas que se llevaban bien incluso con Yang. Creo que se debía a que a esta le gustaba mucho la comida de Friskies que traía Juspas consigo, y claro, cuando Juspas comía todos venían a picotear lo que pudieran. Anda que no son listos ni nada.



Y bueno, esto es todo por ahora, que no quiero alargarme mucho. Ya tendré tiempo de contar más cosillas. ¡Un abrazo!

5 comentarios:

  1. Juspas es preciosa. Me encanta la foto del rascador gigante con los gatetes :) Yo pidiera uno por ebay a alemania (me salía más barato) pero pasaban de él total y absolutamente así que lo revendí.

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  2. Nosotros los ponemos junto a la ventana, donde a ciertas horas da el sol, y como les permite cotillear y encima estar calentitos, lo usan un montón. En Francia lo usaban también para dormir, pero aquí en Madrid, como lo hemos puesto en el balcón, lo usan más bien por la mañana y al mediodía. Por la noche, prefieren dormir en el salón. Les gustan sobre todo las dos hamacas. No sé cuánto aguantarán, aunque parecen muy fuertes. :-) ¡Gracias por la visita!

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  3. No quiero ni imaginarme ese viaje de ocho horas con las fieras maullando... ¡¡qué horror!! El viaje más largo que he hecho con los cinco berreando a pleno pulmón no duró ni 45 minutos, y cuando llegué al destino casi me ahorco con el cinturón de seguridad...
    ¡¡Mis gatos y yo queremos ese rascador!!

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  4. Uy, en casa las hamacas son nuestra perdición. ¿El problema? Que sólo hay dos en el árbol y somos tres gatos... Imagínate las peleíllas que se montan de vez en cuando. Pero por lo demás, un gran árbol suele triunfar en todas las casas con gatos (menos en la de Abisal) Huelga decir que todo depende de cada gatete, pero muchas veces lo que falla es simple y llanamente la ubicación del trasto... Rascadores aparte, nosotros tampoco nos imaginamos un viaje de 10 horas en coche... Con trayectos de media hora por el momento nuestros humanos y nosotros tenemos más que suficiente... En fin...

    ¡Ronroneos, gatos y gateros viajeros! Y seguimos en contacto :)

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  5. Jajaja, Gema, qué bueno lo del viaje. XD

    Ais, estos gatitos de La Gatera sí que sabéis. Las hamacas son un exitazo, desde luego. :D Yang es la que menos usa el rascador. Se me ha pasado por la cabeza meterlo dentro del salón a ver si ella lo usa más, pero los otros están tan a gustito al sol por las tardes...

    Qué dilema. ^^

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